
Revista investigación & praxis en CS Sociales-ISSN: 2954-5331
https://ojs.unipamplona.edu.co/
TEORÍA
Este documento de investigación se basa en las categorías de participación, liderazgo,
convivencia y posconflicto para entender y respaldar su contenido. Se busca comprender las
dinámicas de los miembros de la Junta de Acción Comunal del municipio de El Zulia y su relación
con temas sociales que involucran la participación y construcción propia de los sujetos. Se
examinan teorías y autores pertinentes para estructurar los fundamentos conceptuales de los
procesos internos de coexistencia en comunidades víctimas del conflicto y que generan liderazgo
social, con el objetivo de fomentar una cultura de convivencia como factor de concertación de
capital humano y movilidad social.
La participación ciudadana va más allá de simplemente votar en elecciones y se refiere a la
involucración de los individuos en la toma de decisiones, la ejecución de asuntos públicos y la
veeduría ciudadana. Esto implica representación de intereses en temas como acceso a servicios,
control y supervisión sobre gestiones y la construcción de acuerdos de interés colectivo. La palabra
"participación" proviene del latín "Participatio" y significa tomar parte en algo o hacer partícipe a
alguien más sobre algo.
La evolución de la participación ciudadana tiene antecedentes históricos, como la
Revolución francesa en 1789, que abrió el camino hacia la democracia y el empoderamiento de los
pueblos. Rousseau propuso la idea de un contrato social en el que se establecen derechos y deberes
para vivir en sociedad y el estado es responsable de hacer cumplir dicho pacto. Su enfoque en la
soberanía popular y la dimensión comunitaria de la sociedad propone una tradición democrática
participativa que supera las limitaciones de la democracia representativa y directa. Además,
Rosanvallon en su libro "La consagración del ciudadano" describe la evolución del sufragio en tres
"momentos del ciudadano" en la historia de la democracia en Francia.
El artículo señala que, además de las ideas de Rousseau y Rosanvallon, en América Latina
también se gestaron procesos democráticos propios, como la Constitución de Cúcuta de 1822, que
dio lugar a la Gran Colombia. Tras la disolución de la Gran Colombia, se estableció en 1863 un
estado federal denominado Estados Unidos de Colombia por la Constitución de Rionegro, que se
organizó en los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. En este contexto, se menciona la teoría de
Montesquieu sobre la separación de los poderes del Estado y su relación con la libertad.