CC
BY-NC-SA 4.0 Atribución/Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual
4.0 Internacional
ISSN
Electrónico: 2500-9338
Volumen
25-N°1
Año 2025
Págs. 5–23
Mejoras y ajustes del PIB: ¿cómo medir un bienestar más
realista?
Ana Belén
Miquel Burgos [1]
Enlace
ORCID: https://orcid.org/0000-0001-5658-0073
Antonio Sánchez-Bayón [2]
Enlace ORCID: https://orcid.org/0000-0003-4855-8356
Fecha
de Recepción: 12 de Octubre, 2024
Fecha de Aprobación: 19 de Diciembre, 2025
Fecha de Publicación: 19 de Febrero, 2025
Resumen:
Estudio
interdisciplinario de Economía Política, Macroeconomía, Política Económica y
Sociología Económica sobre la revisión de herramientas de medición de la
actividad económica y del bienestar disfrutado, superándose así los sesgos de
tradicionales indicadores dominantes de contabilidad nacional como es el
producto interior bruto (PIB). Dicho instrumento estaba pensado para economías
estáticas de tipo agrario e industrial, y no así para economías dinámicas de
servicios y experiencias, como se ha fomentado con la globalización y la
digitalización. Este estudio sistematiza los principales sesgos del PIB, así
como de aquellas otras herramientas más realistas y ajustadas de la
contabilidad nacional e índices internacionales, que además ofrecen indicios de
tendencia, permitiéndose un mejor estudio y gestión macroeconómica y de
políticas económicas.
Palabras clave:
medición de actividad económica; bienestar material y personal; indicadores
macroeconómicos; contabilidad nacional; enfoques heterodoxos.
Cód. JEL: B5,
C43, C82, D31, E61, I31.
GDP improvements and
adjustments: how to measure wellbeing more realistically
Abstract:
This is a study on Political Economy to review measuring tools of
economic activity and wellbeing, thereby overcoming the biases of traditional
mainstream indicators of national accounting such as the gross domestic product
(GDP). This instrument was designed for static agrarian and industrial
economies, and not for dynamic service and experience economies, as has been
encouraged by globalization and digitalization. This study
systematizes the main biases of GDP, as well as those of other more realistic
and adjusted tools of national accounting and international indices, which also
offer trend indications, allowing for a better study and management of
macroeconomics and economic policies.
Keywords: measurement of economic activity; material
and personal well-being;
macroeconomic indicators; national
accounting.
JEL Cod.: C43, C82, D31, E61, I31.
Melhorias e ajustes no PIB: como medir um bem-estar mais realista?
Resumo:
Estudo interdisciplinar de Economia Política, Macroeconomia, Política Econômica e Sociologia Econômica sobre a revisão de ferramentas
para medir a atividade econômica e o bem-estar desfrutado, superando assim os vieses dos indicadores
tradicionais de contabilidade
nacional dominante, como o produto interno bruto (PIB). Esse instrumento foi projetado para economias agrárias e industriais estáticas, e não para economias dinâmicas de serviços e experiências, como tem sido incentivado
pela globalização e digitalização.
Este estudo sistematiza os principais vieses
do PIB, bem como os de outras ferramentas mais realistas e ajustadas da contabilidade nacional e dos índices internacionais, que também fornecem indicadores de tendências, permitindo um melhor estudo e gestão de políticas macroeconômicas e econômicas.
Palavras-chave: medição da atividade
econômica; bem-estar
material e pessoal; indicadores
macroeconômicos; contabilidade
nacional; abordagens heterodoxas.
1.
Crisis Macroeconómica y Regreso a
los fundamentos económicos
Actualmente, ¿hay crisis económica o es la
economía y su concepción las que están en crisis? (Sánchez-Bayón, 2022a-b).
¿Qué ha pasado con la rama estrella de la economía, como ha sido la
Macroeconomía a lo largo del s. XX, tras la Gran recesión de 2008? (Krugman,
2009; Wickens, 2009; Keen,
2011; Domenech et al, 2024). La economía que se
enseña en las universidades, ¿es monolítica o tiene alternativas?
(Sánchez-Bayón et al, 2023a-b y 2024a). Otras tensiones detectadas
(Sánchez-Bayón, 2021a): ¿ha de ser predictiva o realista? ¿Positiva o
normativa? ¿Mediata e instrumental o finalista y con sentido? etc. Frente al malestar estudiantil por los
modelos macroeconómicos mainstream
(ortodoxos y dominantes, Sánchez-Bayón, 2024a-c), calificados de autísticos
(PAE, 2000; Alcorn y Slarz,
2006; PGI, 2018), por su disociación con la realidad, dado su exceso
econométrico y su pretensión predictora (con críticas incluso por parte de
relevantes autores mainstream: Lucas,
1976; Summers, 1991; Solow, 2010; Romer, 2015 y
2016), pareciera entonces que dichos modelos hayan quedado desacreditados tras
las sucesivas crisis: Hipotecaria y financiera de 2007, Gran recesión de 2008,
etc. Como solución al problema detectado, se aboga aquí por planteamientos mainline o de fundamentos (Boettke
et al, 2016; Sánchez-Bayón et al, 2023a-b), más realistas y con sentido, tal
como ofrecen los llamados enfoques heterodoxos (así considerados ahora, aunque
son anteriores a la síntesis neoclásica, Sánchez-Bayón, 2021a-c y 2022a-e),
entre los que destaca la Escuela Austriaca (Huerta de Soto, 2000) y los Neoinstitucionalistas (comprende Análisis Económico del Derecho, Elección Pública, Economía
Constitucional, Economía Comparada y
Cultural, etc., Sánchez-Bayón, 2024a-c). Tales enfoques positivos (no normativos),
coinciden en su observación del principio de realismo (sin falacia naturalista,
ni romanticismo, ni cajas negras limitadoras del análisis de la realidad social
subyacente), el individualismo metodológico y compositivo (siendo posible
descomponer hasta llegar a las esencias y agentes básicos, para reconectar
luego y explicar complejos fenómenos sociales), las instituciones sociales
evolutivas (no constructivistas, por ser fruto de la mano invisible u orden
espontáneo, Menger, 1871, 1883 y 1884; Hayek, 1988), etc. Y sobre todo, los
citados enfoques coinciden en su giro hermenéutico y revolución copernicana
(Sánchez-Bayón, 2020, 2021a-c). De tal manera, con este estudio se pretende
ofrecer una alternativa dialogada (mainstream-mainline), que permita una mejor comprensión y medición
de la actividad económica y su bienestar generado, más allá de su reduccionismo
materialista e instrumental o mediático (orientado hacia el incremento del
Producto Interior Bruto-PIB).
Conforme al programa de investigación de la
síntesis heterodoxa, con su giro hermenéutico y su revolución copernicana (de
regreso a los fundamentos de una economía finalista y con sentido,
Sánchez-Bayón, 2020, 2022a-e y 2024b-c), cabe sintetizarse los principales
cambios observables en la realidad social subyacente en la siguiente figura, de
modo que se centra la atención aquí en la renovación de herramientas de
medición, las cuales ayudan a ilustrar empíricamente dicho programa y sus
propuestas.
Tabla 1.- Niveles de cambio y su
reconocimiento (giro hermenéutico y revolución copernicana)2
a)
sistema económico: del capitalismo industrial y desarrollado (de adquisición
material), al capitalismo del talento (de acceso y disfrute inmaterial);
b)
modelo económico: de welfare state economy-EBE o economía
de bienestar estatal (articulado de arriba a abajo y de tipo intervencionista,
burocrático y rígido), a wellbeing economics-WBE o economía de bienestar personal (de
abajo a arriba y de corte emprendedor, creativo y flexible);
c)
actividad económica: de una mediática (focalizada en el aumento de rentas, v.g.
incremento del PIB, y fragmentada por sectores estanco), a otra finalista
(intensificada en la satisfacción, v.g. gestión de la felicidad, e
interconectada vía redes dinámicas);
d)
cultura empresarial y profesional: de rígidas corporaciones centralizadas y
jerárquicas, orientadas a resultados y atentas solo a medidas higiénicas,
pasando a ágiles empresas holocráticas, fomentadoras
de relaciones sostenibles 5P (profit-planet-people-peace-partnership)
y motivacionales (para mayor satisfacción y bienestar);
e) relaciones laborales: del mecanicismo y utilitarismo de
recursos humanos (dada la masificación de técnicos replicantes que requería el
capitalismo industrial), al dinamismo emprendedor del talento (base diferencial
del capitalismo del talento).
Fuente: elaboración propia (basado
en Cubeiro, 2012; Sánchez-Bayón, 2022f).
Por
tanto, reconocido el cambio de la realidad social subyacente (tal como
se ha planteado), se induce que también se requiere de una renovación de la
teoría y métodos económicos. De ahí que este trabajo, trate el problema del
giro hermenéutico y revolución copernicana (Sánchez-Bayón, 2021a-c), abogándose
para ello por un regreso a la Economía Política (de mainline o fundamentos, Boettke et al, 2016;
Sánchez-Bayón, 2022a-c) y su revisión de herramientas de medición de la
actividad económica y del bienestar disfrutado (no solo material y de
intervención estatal, sino más allá), superándose así los sesgos de tradicionales
indicadores dominantes de contabilidad nacional como es el producto interior
bruto (PIB). Dicho instrumento estaba pensado para economías estáticas de tipo
agrario e industrial, y no así para economías dinámicas de servicios y
experiencias, como se ha fomentado con la globalización y la digitalización.
Este estudio sistematiza los principales sesgos del PIB, así como de aquellas
otras herramientas más realistas y ajustadas de la contabilidad nacional e
índices internacionales, que además ofrecen indicios de tendencia,
permitiéndose un mejor estudio y gestión macroeconómica y de políticas
económicas.
Este estudio de revisión, se encuadra entre las
disciplinas de Economía Política y Hacienda Pública, más Macroeconomía,
Política Económica y Sociología Económica, para proponer una adecuación de las
mismas a los profundos cambios socio-económicos acaecidos. Para ello, se usan
los marcos teóricos y metodológicos de la síntesis heterodoxa (Sánchez-Bayón,
2022a-d y 2024c), con especial atención a la combinatoria entre la Escuela
Austriaca (Huerta de Soto, 2000) y los Neoinstitucionalistas
(v.g. Análisis Económico del Derecho, Elección Pública, Economía
Constitucional, Sánchez-Bayón, 2024a-c), por atender al principio de realidad
(sin romanticismos) y un auténtico empleo del individualismo metodológico y recompositivo (Hayek, 1988) –de modo que cabe analizar los
fundamentos y agentes, con sus agendas ocultas y sin cajas negras, así como sus
complejas relaciones y fenómenos sociales que los engloban-.
En la
línea methodenstreit
o disputa del método (a favor del pluralismo metodológico en las Ciencias
Sociales y su diferenciación con las Ciencias Naturales e Ingenierías),
cuestión defendida por la Escuela Austriaca (Menger, 1883; Sánchez-Bayón et al,
2023b y 2024a-c), así este estudio no pretende tanto medir y confirmar, sino
comprender y evidenciar los cambios y su tratamiento (Sánchez-Bayón, 2024a-c),
por lo que para entender el asunto se recurre a herramientas variadas (pensadas
también para el diálogo entre escuelas): el experimento mental (refutándose
sesgos y mediciones contrafactuales), la ilustración empírica (como evidencia
de refuerzo, Alonso et al, 2023), la ficha país u otras innovaciones docentes
para mayor participación del alumnado (Sánchez-Bayón et al, 2024b).
Este trabajo –como se viene
señalando- se enmarca en la metodología de la síntesis heterodoxa,
especialmente de la combinación de la Escuela Austriaca y de los Neoinstitucionalistas (junto con la herencia de la Escuela
de Salamanca, Sánchez-Bayón, 2022a-d). Ello implica la asunción de: el
principio de realidad (con primacía del análisis positivo sobre el normativo,
sin romanticismos); el individualismo metodológico y (re)compositivo (para
exponer y explicar fenómenos sociales complejos, aterrizándose en sus
fundamentos y reconectándose luego todo); el subjetivismo (propio del marginalismo,
que no relativismo), etc. (Sánchez-Bayón et al, 2023 y 2024). Por tanto, entre
sus técnicas científico-académicas aquí aplicadas (Menger, 1883; Mises, 1;
Sánchez-Bayón et al, 2023 y 2024), se destaca que este es un trabajo de
revisión crítico-hermenéutica (cuestionándose los aportes de la síntesis
neoclásica desde la síntesis heterodoxa) e histórico-comparada (con
ilustraciones empíricas de los fundamentos). Luego, se da muestra combinada de
una revisión bibliográfica, narrativa y de meta-análisis.
4.
4.1 Contextualización y resultados: más allá del PIB
Sesgos
del PIB
El Producto Interno Bruto (PIB)
es la medida más utilizada de la actividad económica en las Cuentas Nacionales.
Desde su formulación y difusión por Simon Kuznets en
los años 30 en EE.UU. (como renta nacional, Kuznets, 1934a-b y 1946) y por
Keynes en Europa (como demanda agregada, Keynes, 1936), el PIB se ha empleado
no solo como un indicador de la producción, sino también como la guía
homologada del desempeño económico de un país (vid. figura 4). A menudo ha sido
el foco obsesivo de los macroeconomistas y los pronosticadores económicos
(cayendo en mathiness
o matematitis, Romer, 2015
y 2016). Además, su relación con otras variables socioeconómicas lo ha llevado
a ser considerado un indicador "aceptable" del bienestar económico de
una sociedad. Y así ha sido en el marco de la economía de bienestar estatal y
la síntesis neoclásica, pero la cuestión ha empezado a cambiar con el giro
hermenéutico y revolución copernicana de la síntesis heterodoxa: con
antecedentes como Easterlin (1974 y 2010), ha
comenzado a cuestionarse la valía del PIB, recuperándose la diferenciación
entre welfare
o prosperidad social y wellbeing o bienestar personal (Frey, 2018;
Sánchez-Bayón, 2020 y 2021c).
De
vuelta al PIB, este agregado presenta varias deficiencias que han sido
analizadas por numerosos autores e instituciones a lo largo de décadas. Entre ellas, podemos
mencionar las siguientes:
a)
Analíticamente
(Sánchez-Bayón et al, 2023 y 2024):
-
Problema
agregado: se ignora el funcionamiento de la utilidad marginal, procediéndose a
la mera suma de preferencias manifestadas.
-
Falacia
monolítica: se asumen bloques, sin ahondar en sus fundamentos y agentes
básicos.
-
Falacia
de identidad: se presume que todos los bienes y servicios cuantificados son
iguales e intercambiables.
-
Sesgo
estadístico: mediante reglas de grandes números, se construyen agentes, bienes
y precios promedio.
-
Error
de Friedman y F-twist (Friedman,
1953; Samuelson, 1963): preferencia por modelos más simples en sus presupuestos
y de orientación predictiva, antes que realistas.
-
Paradoja
de mathiness
o matematitis (Romer,
2015): cuanto más sofisticados matemáticamente se vuelven los modelos, más se
alejan de la realidad, aumentando su riesgo de fallo.
-
Sesgo
de cantidades faltantes: al considerarse la economía como un sistema de
equilibrio, no se tiene en cuenta su dinamismo, dejándose de computar recursos
del proceso de producción (como proponía Hayek, 1931; Mises, 1949).
-
Trampa
ceteris paribus y
shocks exógenos: se alude a la excusa dada cuando fallan los modelos, pues se
presume que el resto de variables se mantengan constantes y que no haya
interferencias fuera del modelo propuesto (es por ello que desde la Escuela
Austriaca se habla de un proceso dinámico, Huerta de Soto, 2000).
-
Otros
errores: confundir correlación y causalidad, sesgos de supervivencia, paradoja
de Simpson, variables de confusión, sesgo de selección, mal uso de promedios,
tamaños de muestras y otros errores de medición (sesgo de selección, de diseño,
de estimación, etc.), etc.
b)
Empíricamente:
-
Desde
el Sistema de Cuentas Nacionales-SCN (VV.AA., 2008) y el Sistema Europeo de
Cuentas-SEC (VV.AA., 2010), actividades informales e ilegales como la
prostitución y el tráfico de drogas se incluyen en la estimación del PIB (es
decir, se atribuye un valor a estas transacciones), mientras que el PIB no
incluye otras actividades consideradas fuera de mercado (como el trabajo
doméstico y de cuidados).
-
El
PIB no diferencia el impacto de la producción (por ejemplo, la producción de
alimentos tiene el mismo status que
los productos nocivos para la salud o incluso las armas).
-
El
PIB no tiene en cuenta los efectos indirectos de la producción ni las
externalidades.
-
El
PIB no descuenta la depreciación experimentada por el capital.
-
Ignora
la razón de la producción (por ejemplo, la construcción de un nuevo edificio
tiene el mismo peso que la reconstrucción de un edificio destruido por un
terremoto).
-
Su
definición es doméstica y no nacional, independientemente del destino final de
su resultado.
-
Aunque
su cantidad puede dividirse por la población (PIB per cápita), no incluye cómo
se ha distribuido el resultado de esa producción ni del nivel de riqueza
correspondiente.
-
El
PIB no considera la sostenibilidad del proceso productivo.
-
El
PIB no es un buen indicador del bienestar económico, aunque a menudo se utiliza
para este fin, lo que lleva a tomar decisiones de política económica
inadecuadas.
-
Etc.
A
pesar de todas estas limitaciones y problemas derivados de su uso, los
gobiernos, las instituciones internacionales y los medios de comunicación
siguen cayendo en el error más generalizado, como es confundir el valor de
medida con lo la herramienta de medición: así pasa con el PIB, que suele confundirse
la herramienta de medición con la renta medida, considerándose por ello que su
crecimiento resulta el mejor indicador de las políticas económicas
implementadas.
Ajustes
considerados
La
herramienta de estimación de la renta generada en un país, como es el PIB, ha
ido evolucionando, generalizándose tres vías de determinación, como las
sintetizadas en la siguiente figura.
Figura 2: Medición de PIB. Fuente:
elaboración propia
Dado
que el PIB adolece de los errores y sesgos macroeconómicos típicos ya
mencionados (mas otros de “maquillaje contable”,
pudiéndose influir máxime en partidas de gasto público), se ha intentado su
corrección y ajuste mediante adaptaciones tipo: el producto interior neto (PIN), que mide el valor de bienes y
servicios finales generados en un país durante un periodo determinado de
tiempo, una vez descontada la depreciación de stock de capital; PIB per capita
(dividiendo la renta entre la población, para realizar una estimación que
correspondería por persona); la paridad de poder adquisitivo (PPA),
se trata de una medida de los precios en diferentes países para estimar el
poder adquisitivo, al utilizarse los precios de bienes específicos y compararse
según el poder adquisitivo absoluto de las monedas de los países (tiene sus
antecedentes en la Escuela de Salamanca y actualmente es el Fondo Monetario
Internacional la institución que lo realiza); PPA ajustado, se pasa de datos
absolutos a relativos y de nominales a reales, resultando así más adecuado para
determinar el poder adquisitivo; el Producto Nacional
Bruto-PNB, que permite medir la riqueza generada por un país,
incluso fuera de sus fronteras, etc. Como experimento mental e ilustración
empírica al respecto, sirva el ejemplo de España en el año 2023 (bajo la
ilusión de crecimiento y mayor bienestar), cuyo PIB acumulado viene a estimarse
por encima de 1,2 trillones de euros (manteniéndose por un gasto público
expansivo, gracias a los Fondos Next-Gen de la Unión Europea-UE y basado en
deuda –al haber estado suspendido el pacto de estabilidad y crecimiento de UE-
y no por mejora productiva alguna), llegando a crecer al año entorno al 1% (1,2
billones de euros) –en realidad, decreciendo por la inflación, que sigue
estando cerca del 3%-. Conforme a este ejercicio, puede entenderse mejor los
problemas relativos al PIB y la necesidad de su revisión y ajuste (para
reconectar micro-macro, prosperidad social-bienestar
personal, etc.).
Figura 3: Ajuste del PIB per capita
en PPA. Fuente: elaboración propia (basado en Eurostat, 2023).
Otra
vía de mejorar y ajustar la información facilitada por el PIB es la aportada
por los índices internacionales. Dichos indicadores son elaborados por
organismos y foros internacionales con información pública y publicada de los
países (v.g. Doing Business [haciendo negocios] del
Banco Mundial, Índice de Desarrollo Humano e Índice de Felicidad por Naciones
Unidas, Índice de Competitividad Global por el Foro Económico Mundial, Índice
de libertad económica de la Fundación Heritage). Los
índices internacionales se diferencian de los índices domésticos en que: a) no
se limitan a la medición de macromagnitudes tradicionales, sino que procuran
ofrecer un análisis de relaciones más complejas;
b) no
son elaborados por un organismo equivalente a un instituto nacional de
estadística y el banco central correspondiente, sino que suelen ser revisados
por expertos independientes; c) no son tan susceptibles del recurso del
“maquillaje contable” al no ser parte interesada; d) no sólo dan información de
coyuntura, sino también de tendencia (hacia donde se dirigen las economías); e)
miden con mayor atención los servicios (v.g. educación, sanidad), con
propensión al cambio paradigmático (VV.AA., 2020a-b; Sánchez-Bayón, 2020); etc.
Figura 4: Triangulación de indicadores (de
contabilidad nacional a índices internacionales). Fuente: elaboración propia.
Corea
del Sur y España son ambas penínsulas, con una población aproximada de
cincuenta millones cada una y en sendos casos, sus economías comenzaron a
desarrollarse en los años 60. Sin embargo, conforme a los índices
macroeconómicos tradicionales, los datos estarían muy parejos, pero si se
observan los resultados de los índices internacionales, la cosa cambia. Antes
del COVID-19, Corea del Sur presentaba mejores condiciones de desempeño
económico, como se ha podido comprobar posteriormente. Es por ello que se alude
a la capacidad de adelanto de tendencia de la triangulación de los índices
internacionales.
Para
conocer más sobre otro tipo de ajuste posible (más allá del PIB), como es la
ley de Okun (Okun, 1962 y 1970) y el índice de Okun o de miseria (Okun, 1970; Grabia, 2011; Gakuru y Yang, 2024;
García-Vaquero et al, 2024), se remite al siguiente punto.
Más allá del PIB
Esta
investigación tiene como objetivo analizar las relaciones más comunes entre el
PIB y otras variables socioeconómicas, intentando exponer las limitaciones del
PIB y cuestionando algunas teorías y relaciones económicas bien establecidas
(Miquel-Burgos, 2018). Para ello, comprobamos si están condicionadas por el PIB
y si se mantienen estables cuando se utiliza un indicador de actividad
económica distinto del PIB. Entre estas relaciones, la más conocida es sin duda
la que se establece entre el crecimiento del PIB y la evolución del
empleo/desempleo. Aunque esta relación ha sido estudiada desde diferentes
enfoques, uno de los más conocido es el derivado del trabajo de Arthur Okun
(1962): "Potential GNP: Its
Measurement and Significance".
En dicho texto, utilizándose datos
trimestrales de la economía
estadounidense para el período 1947-1960, se estableció una relación empírica
negativa entre los cambios en el PNB y la tasa de desempleo. Según esta
investigación, considerando una tasa de desempleo del 4% para la producción
potencial, una disminución del 1% en el PNB conduciría a un aumento del 3% en la
tasa de desempleo. Por lo tanto, interpretando esta relación como la producción
que un país puede perder cuando su tasa de desempleo es superior a la tasa
natural, las políticas expansivas tienen margen para aumentar la producción
agregada (medida por el PIB) mediante la reducción del desempleo. Obviamente,
no hay un análisis adicional, ya que este enfoque no contempla la calidad del
empleo, las características del mercado laboral o el bienestar económico
resultante de estas políticas.
Figura
5: Fórmula de ley de Okun. Fuente: Okun (1962).
Ahora
bien, en las últimas décadas, numerosos estudios empíricos se han centrado en
verificar esta relación y estimar sus coeficientes, principalmente utilizando
especificaciones de primera diferencia o brecha (nivel) debido a los problemas
de la ecuación lineal. A pesar de las discrepancias cuantitativas o
metodológicas, se ha comprobado que esta relación inversa es bastante estable,
incluso como regla general, lo que ha llevado a que se la denomine "ley de
Okun", reafirmando así su validez empírica (aunque hay algunos trabajos
que encuentran asimetrías en períodos de recesión/recuperación o en
países emergentes, Sogner y Stiassny, 2002; Silvapulle et al, 2004; Rasul et
al, 2021).
Discusión:
comparación
de Renta Disponible Ajustada e instrumentos Okun
A
diferencia de la literatura y siguiendo la línea de nuestra investigación, en
este trabajo pretendemos examinar si la ley de Okun es realmente estable más
allá del PIB, es decir, utilizando otro indicador de la actividad económica. La
macromagnitud elegida es la Renta Disponible Ajustada (RDA). Este indicador se
ha incluido en las Cuentas Nacionales desde las versiones del SCN 93 y el SEC
95 y, aunque mantiene muchas de las limitaciones asociadas al PIB, desde el
trabajo de Stiglitz et al. (2009 y 2018), es considerado como mejor indicador
de bienestar económico en las Cuentas Nacionales por muchos autores e
instituciones (v.g. OCDE, OFCE). La RDA es una magnitud de flujo que se obtiene
como la suma de las remuneraciones percibidas por los hogares como factores de
producción, descontando los impuestos directos y sumando las transferencias
sociales y los bienes en especie, proporcionados por el sector público o
instituciones sin fines de lucro (como los servicios de salud o educación). Su
utilidad radica precisamente en proporcionar una imagen más precisa del
bienestar material de los hogares, ya que puede interpretarse como la capacidad
de gasto de los hogares e incluye la acción redistributiva del sector público.
Pese a que ambos indicadores
están claramente relacionados, existen diferencias significativas que provocan
una evolución desigual. Algunos autores han demostrado que esta brecha es mayor
cuando la redistribución secundaria, a través de transferencias directas e
impuestos, es más relevante y también se amplía en períodos de recesión.
Por otro lado, diversos estudios
han analizado el impacto de las reformas estructurales a largo plazo sobre el
PIB y la RDA, mostrando que las variaciones porcentuales de ambos agregados son
significativamente diferentes tras una reforma estructural. En este sentido,
las políticas centradas en aumentar la intensidad de capital físico de la
producción y la productividad o en reducir los impuestos sobre los beneficios
empresariales favorecen el crecimiento del PIB en mayor medida que la RDA,
mientras que las políticas centradas en la educación (capital humano), la
inversión pública y las prestaciones familiares conducen a un mayor crecimiento
de la RDA que del PIB.
Los principales impulsores de
estas diferencias derivan, como se ha indicado anteriormente, de la acción
redistributiva del sector público. Sin embargo, también es importante
considerar que la RDA incluye las rentas percibidas por los hogares residentes
procedentes del extranjero que no constituyen PIB y que, del mismo modo, parte
de las rentas generadas dentro del país fluyen hacia el exterior. Asimismo,
dado que la perspectiva es la de los hogares, cabe destacar que, si bien son
los receptores finales de los ingresos de la producción, en el corto y mediano
plazo los ingresos, ahorros, inversiones y deudas de las empresas y de otros
sectores afectan su valor. Además, al utilizar términos reales, es necesario
tener en cuenta que los deflactores de ambos indicadores son diferentes.
En el estudio realizado, se han
comparado datos anuales de un conjunto de 20 países de la OCDE, entre 1980/90 y
2020, aplicando el filtro de Hodrick-Prescott para eliminar la variabilidad a
corto plazo. Hemos comprobado que en periodos de recesión la brecha entre ambas
variables se amplía (el PIB disminuye mucho más que la RDA) e incluso pueden
moverse en direcciones opuestas (la RDA aumenta mientras que el PIB disminuye).
Por ejemplo, en la crisis financiera de 2007 y la Gran Recesión de 2008, donde
la recesión repuntó ligeramente en dos mínimos, lo que se consideró una
"recesión en W", se observa que, durante la primera contracción del
PIB, en algunos de los países analizados, como Estados Unidos de América
(EE.UU.), Nueva Zelanda, Austria, Irlanda, Suiza, Reino Unido, Suecia, España,
Italia y Alemania, la RDA también disminuyó, pero en menor medida. Sin embargo,
en otros países, como Australia, Finlandia, Bélgica, Noruega, Portugal,
Dinamarca, Japón, Canadá, Francia y los Países Bajos, ambas variables se
movieron en direcciones opuestas, lo que resultó en un aumento de la RDA
(probablemente porque las políticas implementadas se centraron en aliviar las
consecuencias para los ciudadanos). Mientras tanto, en el segundo valle, dados
los efectos del aumento del déficit fiscal, muchos países iniciaron políticas
fiscales contractivas, lo que resultó en un menor crecimiento de la RDA en
relación con el PIB o incluso una disminución de la RDA durante los primeros
años de recuperación del PIB.
En nuestra investigación nos
preguntamos si la regularidad empírica de la ley de Okun es independiente de
los diferentes constructos de medición de la actividad económica (sirviendo de
alternativa más ajustada) o si en realidad es "contingente al PIB".
Para este análisis, seguimos de
cerca la especificación, la muestra de países y la estrategia empírica de Ball
et al. (2017). En este artículo, utilizando datos de EE.UU. desde 1948 y de
otras 20 economías avanzadas desde 1980, los autores reiteran la estabilidad de
la ley de Okun en la mayoría de los países a lo largo del tiempo. Así,
consideran que las asimetrías analizadas por varios estudios previos y
encontradas especialmente durante las recesiones o en los países emergentes
eran erróneas o exageradas.
Luego, siguiendo su metodología,
estimamos dos especificaciones diferentes de la ley de Okun para un conjunto de
20 países de la OCDE desde 1980 o 1990 (dependiendo del país) hasta 2020. Para
ello, aplicamos primero diferencias y niveles (filtro HP), comparando los
resultados al utilizar el PIB o la RDA como indicadores de la actividad
económica.
De acuerdo con la mayor parte de
la literatura empírica, la ley de Okun parece ser estable para el marco
temporal y la selección de países de nuestra muestra. El coeficiente es negativo
y estadísticamente significativo, con la excepción de Bélgica e Italia cuando
se utiliza la especificación de primera diferencia, pero es completamente
estable con el método gap (niveles). Su importancia cuantitativa muestra una
variación mucho mayor entre los 20 países de nuestra muestra, siendo la
relación en los EE. UU. cuantitativamente más fuerte en relación con otros
países. Esto también es consistente con hallazgos empíricos previos.
PIB real ecuación primeras diferencias Ecuación en niveles (hp filtro) d_u = b0 - b1*dpc_rgdp hp_u = b0 - b1*hp_rgdp_pc100 Países b1
signif.
st.dev. adj.R2 b1
signif.
st.dev. adj.R2 Australia −0.316090 ** 0.115140 0.183938 −0.296410 ** 0.131528 0.119684 Austria −0.110481 ** 0.0412441 0.191930 −0.144030 *** 0.0498568 0.213873 Bélgica −0.0842006 0.0672212 0.018613 −0.218618 ** 0.0842349 0.156136 Canadá −0.443477 *** 0.0377648 0.856161 −0.433347 *** 0.0447802 0.794253 Dinamarca −0.423342 *** 0.0607982 0.612824 −0.419018 *** 0.0556391 0.642511 Finlandia −0.348633 *** 0.0622359 0.503148 −0.454159 *** 0.0575227 0.664269 Francia −0.331669 *** 0.0695116 0.437372 −0.197682 *** 0.0593215 0.245830 Alemania −0.144665 ** 0.0614419 0.131534 −0.207580 *** 0.0694202 0.203930 Irlanda −0.200226 *** 0.0458512 0.375905 −0.292661 *** 0.0420912 0.604312 Italia −0.0479724 0.0559989 -0.008950 −0.189737 ** 0.0804827 0.128178 Japón −0.0968372 *** 0.0286878 0.257322 −0.138827 *** 0.0236692 0.518645 Países Bajos −0.216058 *** 0.0597054 0.287329 −0.366860 *** 0.0606898 0.534115 Nueva Zelanda −0.364801 *** 0.0524801 0.612000 −0.302298 *** 0.0454251 0.582701 Noruega −0.141919 *** 0.0469685 0.213218 −0.116145 ** 0.0535730 0.106631 Portugal −0.257317 *** 0.0713411 0.285875 −0.458328 *** 0.0649209 0.611727 España −0.469536 *** 0.10088 0.407825 −0.782889 *** 0.0949125 0.683797 Suecia −0.321702 *** 0.0627432 0.457396 −0.426275 *** 0.0791882 0.474375 Suiza −0.141461 *** 0.0462505 0.223662 −0.224631 *** 0.0447987 0.445907 Reino Unido −0.144241 *** 0.0367282 0.324678 −0.266895 *** 0.0444845 0.530281 EE.UU. −0.537668 *** 0.0712142 0.658834 −0.558437 *** 0.0784139 0.665409 Tabla 1: Relación de Okun con PIB real. Fuente: elaboración
propia. Se llama la
atención sobre la relación entre el desempleo y RDA, que es menos robusta y
menos estable. Al especificar las primeras diferencias, encontramos que en
casi la mitad de los países analizados, la ley de Okun tiene una mínima
observancia. En el resto, se encuentra una relación negativa y
significativa, aunque mucho menos significativa que cuando se utiliza el
PIB en la relación. En la ecuación por niveles, encontramos que en siete
países la relación tampoco es satisfactoria, y que en Noruega y Canadá la
relación es significativa pero positiva, lo que significa que mayores
ingresos no se relacionan con más empleo y viceversa, lo que parecería una
contradicción de la teoría (salvo por error de medición y otros sesgos ya
mencionados, así como por distorsiones políticas, tal como defendería la
Nueva Economía Política). RDA real ecuación primeras diferencias ecuación por niveles (hp filtro) d_u = b0 -
b1*dpc_hadi hp_u = b0 -
b1*hp_hadi_pc100 Países b1 signif. st.dev. R2 adj.R2 b1 signif. st.dev. adj.R2 Australia −0.178981 ** 0.0814562 0.147070 0.116608 −0.117650 0.0908644 0.022052 Austria −0.0714245 0.0640786 0.049219 0.009604 −0.0763986 0.0619914 0.019564 Bélgica −0.297128 * 0.155704 0.131742 0.095564 −0.431205 *** 0.131573 0.272540 Canadá 0.292765 ** 0.124781 0.174728 0.142987 0.282757 *** 0.0894722 0.242985 Dinamarca 0.119548 0.139118 0.029850 -0.010573 0.00141874 0.144827 -0.039996 Finlandia −0.435596 *** 0.0939094 0.425918 0.406122 −0.590487 *** 0.0698331 0.694577 Francia −0.171974 * 0.0986748 0.094810 0.063597 −0.399715 *** 0.0796276 0.438390 Alemania −0.162980 0.164306 0.039383 0.000643 −0.122564 0.187625 -0.022546 Irlanda −0.166290 * 0.0963880 0.114580 0.076083 −0.131363 0.110881 0.015886 Italia −0.347542 *** 0.0710903 0.498954 0.478077 −0.493094 *** 0.0632679 0.696766 Japón 0.00501226 0.0735821 0.000193 -0.041465 −0.0590345 0.0760781 -0.015540 Países Bajos −0.342858 *** 0.0746320 0.467905 0.445734 −0.503707 *** 0.0806952 0.593520 Nueva Zelanda −0.0311392 0.0545234 0.016877 -0.034866 −0.0706523 0.0708164 -0.000220 Noruega 0.0463151 0.0379112 0.048946 0.016151 0.136812 *** 0.0495299 0.176186 Portugal −0.333996
*** 0.0997001 0.318618 0.290227 −0.539630 *** 0.0856895 0.597888 España −0.514214 *** 0.151636 0.323937 0.295768 −0.663001 *** 0.177895 0.331446 Suecia −0.322412 *** 0.0810538 0.353004 0.330693 −0.352318 *** 0.0878790 0.327156 Suiza −0.0983750 0.0590872 0.107556 0.068754 −0.184255 *** 0.0551136 0.289306 Reino Unido −0.143745 ** 0.0604078 0.190894 0.157181 −0.252650 *** 0.0740746 0.290261 EE.UU. 0.0756152 0.156235 0.008296 -0.027122 −0.380469 ** 0.173290 0.132562 Tabla 2:
Relación de Okun con RDA real. Fuente: elaboración propia. Para completar esta revisión
más allá del PIB y sus ajustes, se esbozan a continuación una serie de
notas acerca de otra herramienta de Okun, como ha sido su índice de miseria
(planteado desde la década de 1970, con la estanflación). Dicha
herramienta, a diferencia de la tradicional ley de Phillips (1958), usada
para una economía normativa (como la de las diversas variantes
intervencionistas del keynesianismo), se llama la atención aquí sobre esta
herramienta de economía positiva: en vez de diseñar políticas basadas en la
falsa disyuntiva entre inflación o desempleo (según NAIRU de Friedman, vid.
figura 6), de este modo, se realiza una cópula de variables, para indagar
el riesgo de aumento de vulnerabilidad y del nivel de pobreza. Como
ilustración empírica del supuesto (con el desajuste macro-micro),
sírvase a considerar el problema ocasionado por la implementación del Green Deal
o pacto verde en la Unión Europea, dándose lugar a una expansión de las
variables inflación-desempleo-pobreza entre 2019-23 (vid. figura 7).
Figura 6:
NAIRU de Friedman vs. curva de Phillips. Fuente: Friedman (1968) y Snowdon y Vane (2005).
Figura 6: De ley de
Okun a índice de miseria y relación con el pacto verde. Fuente: elaboración
propia (basado en García-Vaquero et al, 2024).
Según el gráfico previo,
difícilmente un gobierno puede diseñar políticas públicas de pleno empleo (si
acaso a corto plazo y sin seguridad), pues siempre va a existir cierto
desempleo estructural (3-5%), y cabe el riesgo de que se descontrole el paro y
la inflación, como pasara con la estanflación de la década de 1970.En cuanto a
la ilustración empírica de las herramientas de Okun, con una visión más
realista que normativa, sírvase a observar el siguiente gráfico (vid. figura 7):
al pretenderse generar un empleo verde financiado con expansión fiscal y
crediticia sin base en ahorro ni inversión voluntaria, se ha provocado una
distorsión de la estructura y proceso productivo, dando lugar a una burbuja,
seguida de un incremento de la inflación, un deterioro salarial y laboral, y un
mayor riesgo de empobrecimiento (todo ello explicado con mayor detalle en otros
estudios, García-Vaquero et al, 2024).
5. CONCLUSIONES
El propósito de este trabajo era
evaluar el PIB y ofrecer mecanismos de mejora y ajuste. Resulta que con la
implantación de la economía de bienestar estatal desde los postulados de la
síntesis neoclásica, el PIB se ha vuelto la medida macroeconómica estrella, sin
embargo adolece de múltiples fallos y sesgos, tal como se ha expuesto aquí. El
primero de dichos problemas es la tendencia a confundir una herramienta de
medición con la realidad medida: que crezca el PIB no implica un mayor nivel de
renta y bienestar de las personas, pues dicha herramienta sufre de sesgos
estadísticos, es susceptible de maquillaje contable, etc. Para explicarlo y
evidenciarlo mejor se ha recurrido a una variedad de técnicas, desde los
experimentos mentales (para las revisiones y refutaciones), pasando por las
ilustraciones empíricas (para evidenciar los principios planteados), hasta
otras derivadas como la triangulación de índices (comparándose y ajustándose
los resultados entre indicadores, como el caso de las macromagnitudes
domésticas y los índices internacionales).
De los resultados obtenidos cabe
derivar algunas conclusiones inmediatas y otras indirectas:
-
El
PIB, como herramienta de medición, se acerca a su centenario. Estaba pensado
para una economía más material, masiva e indiferenciada (piénsese en la
economía agraria e industrial de los años 30 del s. XX). Ya dio muestras de
requerir ajustes con el tránsito al denominado capitalismo desarrollado (en los
años 70), cuando las economías occidentales se deslocalizaron en la producción
final y aumentó el peso de los servicios como sector principal. Es entonces
cuando los fallos y sesgos se evidenciaron, especialmente con las políticas
desarrollistas de un Sector público cada vez más intervencionista. La partida
del gasto público iba a crecer exponencialmente, siendo susceptible de cierto
maquillaje y polémica, según se calificara de inversión, gasto corriente o
transferencia. Así, el PIB podía aumentar, aunque no lo hiciera la
productividad, dándose lugar a mayores desajustes entre lo macro y lo micro (o
dicho de otro modo: ¿por qué los gobiernos señalan que la economía va bien y
los ciudadanos no lo notan?).
-
Los
ajustes efectuados sobre el PIB, como la medición de PIB per capita y su ajuste vía PPA, su comparación con PNB, etc.,
han servido para volver más realista la medición, pero no lo suficiente,
requiriéndose posteriormente de terceras partes (más imparciales) como los
organismos y foros internacionales y sus índices. De este modo ha sido posible
pasar de intentar medir un bienestar material a otro más amplio, llegando
incluso al bienestar personal subjetivo percibido o felicidad.
-
Entre
los correctores del PIB, se ha prestado atención aquí a RDA y las herramientas
de Okun (tanto su ley como su índice de miseria). Gracias a ello ha sido
posible explicar el actual estancamiento de buena parte de las economías de la
Unión Europea, pues aunque macroeconómicamente se pueda intentar justificar que
aún no hay recesión, en cambio, la ciudadanía sí lo nota.
-
Una
de las posibilidades de análisis que ofrecen las herramientas presentadas es
que, como se ha podido observar, la relación entre la actividad económica y el
empleo no es tan clara cuando el foco no está en la producción sino en el
ingreso real de los ciudadanos (de nuevo, el desfase macro-micro).
-
Esto
nos lleva a cuestionar las políticas cuyo objetivo principal es el crecimiento
del PIB, independientemente de su calidad, partiendo del supuesto de que dicho
crecimiento conducirá a un aumento del empleo y, por lo tanto, del bienestar
económico. Ese planteamiento mainstream urge de una revisión mainline como la aquí propuesta, para dejar de llevar a
cabo una Macroeconomía y políticas económicas instrumentales, para volver a
otras telológicas o finalistas (en cuanto adecuación
de recursos a satisfacciones).
-
Además
de considerar indicadores más orientados al bienestar material e inmaterial de
los ciudadanos que en la producción por sí misma (o sea, crecer por crecer), es
importante cuestionar el empleo creado y si realmente aumenta los ingresos y el
bienestar económico de los hogares o no.
Como
futuras líneas de investigación, para estimular aún más el diálogo entre
escuelas, se pretende ahondar en las cuestiones expuestas aquí de manera
exploratoria, para poder ofrecer así un mayor respaldo econométrico. Ahora
bien, como se señala desde la síntesis heterodoxa, el recurso econométrico no
es la esencia, sino la forma, pues lo importante es saber percibir y gestionar
la realidad social subyacente con todos sus cambios. Es por ello que se
requiere de una revisión contante, incluso de herramientas tan populares como
el PIB.
.
5. AGRADECIMIENTOS
Investigación apoyada por
Grupo de investigación consolidado para el Estudio y seguimiento del ciclo
económico de la Universidad Rey Juan Carlos (GESCE-URJC), Grupo de Innovación
Docente Emergente en Tecnologías de la información y comunicación y tecnologías
del aprendizaje y conocimiento para la mejora de los estudios de ciencias de la
economía y de la empresa (GID-TICTAC CCEESS-URJC), Grupo de investigación de
alto rendimiento sobre Circularidad, Sostenibilidad, Innovación y Talento de la
Universidad Rey Juan Carlos (CIRSIT-URJC), Grupo de Innovación Docente
Emergente para la Incorporación de los ODS en la Experiencia de Aprendizaje en
Economía (GID-ODS EAE), Grupo de Innovación Docente Emergente en Tecnologías de
la información y comunicación y tecnologías del aprendizaje y conocimiento para
la mejora de los estudios de ciencias de la economía y de la empresa y CIELO
ESIC Business & Marketing School.
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[1] Doctora en Economía-UNED. Profesora Economía Aplicada e IP
de GID-ODS EAE-URJC en la Universidad
Rey Juan Carlos. España. Contacto: anabelen.miquel@urjc.es
[2] Doctor en Economía-UCM, en Empresa-UMA, en Derecho-UCM, en
Teología-Univ. Murcia, en Filosofía-UCM y en Humanidades-UVA. Doctorando en CC.
Educación-URJC. Prof. Economía Aplicada e investigador de GESCE, CIRSIT,
GID-TICTAC CCEESS y GID-ODS EAE en Universidad Rey Juan Carlos, investigador en
CIELO-ESIC. España.. Contacto: antonio.sbayon@urjc.es