ISSN Electrónico: 2500-9338

Volumen 24-N°3

Año 2024

Págs. 130 – 137

 

DESARROLLO URBANO SOSTENIBLE: INTEGRACIÓN DEL ECODISEÑO, LA ARQUITECTURA BIOCLIMÁTICA Y LA INGENIERÍA AMBIENTAL PARA CIUDADES RESILIENTES

 

Mauricio Enrique Sotelo Barrios[1]

 Enlace ORCID: https://orcid.org/0000-0002-6091-7473

Silvia Janeth Monsalve Jaimes [2]

 Enlace ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2555-6916

Jarol Derley Ramon Valencia[3]

Enlace ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4929-8544

 

 

Fecha de Recepción: 4 de septiembre de 2024.

Fecha de Aprobación: 25 de Noviembre de 2024

 

Resumen

Las ciudades se enfrentan a crecientes desafíos como el cambio climático, la escasez de recursos y el rápido aumento demográfico. Para abordar estos problemas, la integración del ecodiseño, la arquitectura bioclimática y la ingeniería ambiental se ha convertido en una estrategia fundamental para el desarrollo urbano sostenible.

El ecodiseño se centra en minimizar la huella ambiental de los edificios y productos a lo largo de su ciclo de vida. Esto se logra mediante el uso de materiales renovables, la eficiencia energética y la conservación de recursos. La arquitectura bioclimática, por su parte, adapta las edificaciones a las condiciones climáticas locales, lo que reduce la necesidad de sistemas mecánicos para calefacción o refrigeración, gracias a estrategias pasivas como la ventilación natural y los techos verdes, que pueden reducir el consumo energético hasta es un 50%. La ingeniería ambiental complementa estas estrategias al proporcionar soluciones técnicas eficientes para la gestión del agua, residuos y energía, la reducción de emisiones de carbono es un componente esencial del desarrollo urbano sostenible. El uso de materiales renovables en el ecodiseño puede reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta en un 30%. Al optimizar la gestión de recursos y mejorar los sistemas de gestión de residuos, la ingeniería ambiental ayuda a crear ciudades con menores emisiones y mejores preparadas para afrontar los efectos del cambio climático.

En cuanto a la gestión del agua, los sistemas de drenaje urbano sostenible (SUDS) reducen la escorrentía pluvial y mitigan los riesgos de inundaciones, aumentando la capacidad de adaptación de las ciudades ante fenómenos meteorológicos extremos. Además, la recolección de agua de lluvia y el reciclaje de aguas grises reducen la demanda de agua en un 30%. Es así que la eficiencia en el uso de recursos y la gestión de residuos son aspectos cruciales. El ecodiseño, junto con evaluaciones del ciclo de vida, fomenta la selección de materiales de bajo impacto, y la ingeniería ambiental permite convertir los residuos en energía renovable. Esto reduce la dependencia de los vertederos y las emisiones de gases de efecto invernadero, asegurando que las ciudades puedan adaptarse a futuros desafíos ambientales del hombre.

Palabras clave: Diseño sostenible, Reducción de emisiones de carbono, Eficiencia energética, Estrategias de diseño pasivo, confort térmico.

 

SUSTAINABLE URBAN DEVELOPMENT: INTEGRATION OF ECODESIGN, BIOCLIMATIC ARCHITECTURE AND ENVIRONMENTAL ENGINEERING FOR RESILIENT CITIES

Abstract:

Cities face increasing challenges such as climate change, resource scarcity and rapid population growth. To address these issues, the integration of ecodesign, bioclimatic architecture and environmental engineering has become a fundamental strategy for sustainable urban development.

Ecodesign focuses on minimizing the environmental footprint of buildings and products throughout their life cycle. This is achieved through the use of renewable materials, energy efficiency and resource conservation. Bioclimatic architecture, on the other hand, adapts buildings to local climate conditions, reducing the need for mechanical systems for heating or cooling, thanks to passive strategies such as natural ventilation and green roofs, which can reduce energy consumption by up to 50%. Environmental engineering complements these strategies by providing efficient technical solutions for water, waste and energy management, reducing carbon emissions is an essential component of sustainable urban development. Using renewable materials in eco-design can reduce greenhouse gas emissions by up to 30%. By optimising resource management and improving waste management systems, environmental engineering helps create cities with lower emissions and better prepared to face the effects of climate change.

In terms of water management, sustainable urban drainage systems (SUDS) reduce stormwater runoff and mitigate flood risks, increasing the adaptive capacity of cities to extreme weather events. In addition, rainwater harvesting and greywater recycling reduce water demand by 30%. Thus, resource efficiency and waste management are crucial aspects. Eco-design, together with life cycle assessments, encourages the selection of low-impact materials, and environmental engineering enables waste to be converted into renewable energy. This reduces reliance on landfills and greenhouse gas emissions, ensuring that cities can adapt to future man-made environmental challenges.

Keywords: Sustainable design, Carbon emission reduction, Energy efficiency, Passive


 

1.       INTRODUCCIÓN

 

 


Las áreas urbanas enfrentan presiones cada vez mayores derivadas de desafíos ambientales, como el cambio climático, el agotamiento de los recursos y el rápido crecimiento demográfico. Para abordarlos, la integración del ecodiseño, la arquitectura bioclimática y la ingeniería ambiental ha surgido como un enfoque fundamental para dar forma al desarrollo urbano sostenible. Este artículo explora los impactos cuantitativos de estas tres disciplinas en la resiliencia urbana, con especial atención a su capacidad para mitigar los impactos ambientales y, al mismo tiempo, mejorar la resiliencia urbana.

El ecodiseño se centra en minimizar la huella ecológica de los edificios y productos a lo largo de su ciclo de vida (McDonough y Braungart, 2002). Al priorizar los materiales renovables, la eficiencia energética y la conservación de los recursos, el ecodiseño contribuye a la planificación urbana sostenible. Por su parte, la arquitectura bioclimática adapta los edificios a las condiciones climáticas locales para reducir el consumo de energía mediante estrategias de diseño pasivo (Givoni, 1998; Olgyay, 1963). La ingeniería ambiental complementa estos enfoques al abordar los aspectos técnicos de los sistemas urbanos de agua, residuos y energía (Kibert, 2016). La integración de estas disciplinas es esencial para crear ciudades resilientes que puedan adaptarse a los cambios ambientales y, al mismo tiempo, promover el bienestar humano.

 

 

2.       MARCO TELORICO

 


El desarrollo urbano sostenible requiere un enfoque multifacético que integre el ecodiseño, la arquitectura bioclimática y la ingeniería ambiental para mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones de carbono. La arquitectura bioclimática, como lo demostraron Givoni (1998) y Olgyay (1963), desempeña un papel fundamental en la reducción del

 

 

consumo de energía en los edificios, logrando reducciones de hasta el 50% mediante estrategias de diseño pasivo. Estas estrategias, como la ventilación natural, el sombreado solar y la implementación de techos verdes, optimizan la interacción entre el edificio y su entorno, minimizando la dependencia de fuentes de energía artificiales. Yang y Zhang (2016) respaldan aún más esta afirmación al demostrar que el diseño solar pasivo y el uso de materiales de construcción ecológicos pueden reducir la necesidad de calefacción y refrigeración mecánicas hasta en un 40%, lo que reduce significativamente la huella de carbono de las estructuras urbanas.

Además, los principios del ecodiseño promueven la adopción de materiales y sistemas energéticos renovables, lo que contribuye a reducir en un 30% las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo del ciclo de vida de un edificio (McDonough y Braungart, 2002). La integración de estas estrategias en los marcos de desarrollo urbano sostenible garantiza que las ciudades no solo sean más resilientes a los desafíos ambientales, sino que también contribuyan a los esfuerzos globales de reducción de las emisiones de carbono. La ingeniería ambiental complementa estos enfoques al optimizar el uso de los recursos y mejorar la gestión de los residuos, lo que refuerza aún más los esfuerzos de sostenibilidad urbana. La sinergia de estas disciplinas sustenta un futuro urbano sostenible al promover ciudades energéticamente eficientes y con bajas emisiones de carbono, esenciales para mitigar los impactos del cambio climático.

La gestión del agua y los sistemas de drenaje urbano son componentes críticos del desarrollo urbano sostenible, que requieren un enfoque integral que integre la ingeniería ambiental, el ecodiseño y la arquitectura bioclimática. Las soluciones de ingeniería ambiental, en particular los sistemas de drenaje urbano sostenible (SUDS), ofrecen ventajas significativas para reducir la escorrentía de aguas pluviales y mitigar los riesgos de inundaciones en áreas densamente pobladas. Butler y Davies (2011) destacan la eficacia de los SUDS, señalando que estos sistemas pueden reducir la escorrentía máxima de aguas pluviales hasta en un 40%, mejorando así la resiliencia urbana a los fenómenos meteorológicos extremos exacerbados por el cambio climático. Esta reducción es crucial para minimizar la presión sobre la infraestructura de drenaje existente y prevenir las inundaciones urbanas.

Además, la incorporación de principios de ecodiseño en la gestión del agua urbana, como el reciclaje de aguas grises y la recolección de agua de lluvia, puede llevar a una reducción del 20-30% en la demanda de agua urbana (Kibert, 2016). Estos sistemas no solo conservan los recursos hídricos, sino que también reducen la presión sobre los suministros de agua municipales, promoviendo un enfoque circular para el uso del agua dentro de las ciudades. Zevenbergen, Veerbeek y Gersonius (2008) enfatizan además la importancia de integrar los procesos naturales en el diseño del drenaje urbano para aumentar la permeabilidad de las superficies urbanas, mejorando la infiltración de agua y reduciendo la escorrentía superficial. La sinergia de estos enfoques fortalece la resiliencia urbana, apoyando el desarrollo de ciudades capaces de soportar tensiones ambientales y al mismo tiempo reducir su huella ecológica.

El confort térmico y los microclimas urbanos son consideraciones esenciales en el contexto del desarrollo urbano sostenible, donde la integración de la arquitectura bioclimática y los principios de ecodiseño desempeñan un papel fundamental. La optimización de las envolventes de los edificios para responder a las condiciones climáticas locales es una piedra angular del diseño bioclimático. Elementos como la orientación solar, los dispositivos de sombreado y los sistemas de ventilación natural no solo mejoran el confort térmico, sino que también reducen la dependencia de los sistemas mecánicos de calefacción y refrigeración. Zinzi y Agnoli (2012) afirman que la implementación de techos y fachadas verdes puede reducir las temperaturas interiores hasta en 5 °C durante los meses pico de verano, mitigando significativamente el efecto de isla de calor urbana (UHI), con reducciones de hasta 2 °C en áreas urbanas. Esto es particularmente importante en las ciudades donde la construcción densa exacerba la retención de calor, lo que genera incomodidad y un mayor consumo de energía.

Además de los techos verdes, se ha demostrado que el uso estratégico de materiales de masa térmica y acristalamientos energéticamente eficientes mejora el rendimiento térmico de los edificios, lo que contribuye a mejorar el confort térmico y a generar ahorros sustanciales de energía. Almusaed (2011) señala que los materiales de masa térmica ayudan a regular las temperaturas interiores al absorber calor durante el día y liberarlo durante los períodos más fríos, estabilizando así los climas interiores. Esto reduce la necesidad de calefacción y refrigeración artificiales, lo que conduce a un entorno urbano más eficiente energéticamente.

Por otro lado, los microclimas urbanos se benefician de estrategias de ecodiseño que incorporan elementos naturales como vegetación, cuerpos de agua y superficies permeables, que mejoran aún más los efectos de enfriamiento y favorecen una mejor regulación térmica en las ciudades. Estas estrategias, cuando se integran en la planificación urbana y la ingeniería ambiental, fomentan la resiliencia urbana a las temperaturas extremas y reducen la huella de carbono asociada a los sistemas de control climático que consumen mucha energía. La combinación de ecodiseño y arquitectura bioclimática no solo promueve el confort térmico, sino que también desempeña un papel fundamental en la creación de ciudades resilientes y sostenibles frente a los desafíos del cambio climático.

La eficiencia de los recursos y la gestión de los residuos son componentes fundamentales del desarrollo urbano sostenible, y la integración del ecodiseño y la ingeniería ambiental ofrece un camino hacia ciudades resilientes. Los principios del ecodiseño, respaldados por evaluaciones del ciclo de vida (ACV), permiten cuantificar los impactos ambientales asociados a los materiales de construcción, promoviendo así la selección de alternativas de bajo impacto que reduzcan el consumo general de recursos. Kibert (2016) destaca que el uso de ACV en la selección de materiales fomenta prácticas sostenibles, minimizando el uso de energía y la degradación ambiental a lo largo del ciclo de vida del edificio.

Además, los materiales modulares y prefabricados desempeñan un papel fundamental en la reducción de los residuos de la construcción. Ajayi et al. (2015) demuestran que la adopción de estrategias de ecodiseño puede conducir a una reducción del 35% de los residuos de la construcción, promoviendo así una economía circular mediante la reutilización de materiales y minimizando la dependencia de los vertederos. Este enfoque no solo contribuye a la eficiencia de los recursos, sino que también reduce la huella ecológica de los proyectos de desarrollo urbano.

Paralelamente, las soluciones de ingeniería ambiental, como los sistemas de conversión de residuos en energía, ofrecen una forma innovadora de transformar los residuos urbanos en energía renovable. Duffie y Beckman (2013) informan que la tecnología de conversión de residuos en energía reduce significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero y la dependencia de los vertederos, al tiempo que proporciona una fuente de energía alternativa para las áreas urbanas. Al integrar estos enfoques, las ciudades pueden lograr mayores niveles de eficiencia de los recursos, reducir la generación de residuos y crear entornos urbanos más sostenibles capaces de adaptarse a los desafíos ambientales futuros.

La resiliencia y la adaptabilidad al cambio climático son fundamentales en el contexto del desarrollo urbano sostenible. La integración del ecodiseño, la arquitectura bioclimática y la ingeniería ambiental ofrece soluciones sólidas para mejorar la resiliencia urbana. Según Chelleri et al. (2015), la resiliencia urbana se refiere a la capacidad de una ciudad para adaptarse y recuperarse de los impactos ambientales, incluidos los fenómenos meteorológicos extremos, la escasez de recursos y el aumento de las temperaturas. La sinergia entre estas disciplinas proporciona a las ciudades las herramientas no solo para resistir sino también para adaptarse a los impactos del cambio climático.

La arquitectura bioclimática desempeña un papel importante en este proceso, ya que optimiza el diseño de los edificios para la regulación térmica pasiva. Los edificios diseñados para la refrigeración pasiva, mediante estrategias como la ventilación natural, la protección solar y la masa térmica, pueden reducir significativamente el riesgo de sobrecalentamiento durante las olas de calor cada vez más frecuentes. Zinzi y Agnoli (2012) descubrieron que los tejados y las fachadas verdes pueden reducir las temperaturas interiores hasta 5 °C durante los meses pico del verano, mitigando el efecto de isla de calor urbana y mejorando el confort térmico de los residentes urbanos.

Además, la infraestructura ecodiseñada, que incorpora espacios verdes, superficies permeables y sistemas de retención de agua, mejora la adaptabilidad de las ciudades a fenómenos relacionados con el clima, como las inundaciones. Smith (2012) demuestra que la infraestructura verde urbana puede absorber hasta el 60% de las precipitaciones, reduciendo así la escorrentía superficial y la probabilidad de inundaciones urbanas durante episodios de lluvias intensas. Esta integración de los sistemas naturales dentro del tejido urbano no solo favorece la resiliencia a los fenómenos climáticos extremos, sino que también fomenta la biodiversidad y mejora la calidad del aire.

La ingeniería ambiental fortalece aún más este marco al ofrecer soluciones tecnológicas que optimizan el uso de los recursos, gestionan los residuos de manera eficiente y promueven las fuentes de energía renovables. Juntas, estas disciplinas contribuyen a un enfoque holístico que mejora tanto la resiliencia como la adaptabilidad de las ciudades frente al cambio climático, asegurando un futuro urbano sostenible.

 

3.       METODOLOGÍA

 


Para investigar la integración del ecodiseño, la arquitectura bioclimática y la ingeniería ambiental en el contexto de la resiliencia urbana, se realizó una revisión sistemática de la literatura. Esta revisión tuvo como objetivo identificar estudios de alto impacto que ofrezcan información cuantificable sobre el desarrollo urbano sostenible. Se utilizaron bases de datos académicas clave, como Scopus, Web of Science y Google Scholar, para garantizar una cobertura integral de la investigación relevante. La búsqueda se centró en publicaciones revisadas por pares de los últimos 20 años, priorizando aquellas con un alto número de citas para garantizar tanto la confiabilidad como la identificación de conocimientos de vanguardia en el campo. Se utilizaron palabras clave como “ecodiseño”, “arquitectura bioclimática”, “ingeniería ambiental” y “resiliencia urbana” para localizar estudios que presentaran resultados mensurables. Se determino como ecuación de búsqueda TITLE-ABS-KEY ( ( "sustainable urban development" OR "resilient cities" OR "urban resilience" ) AND ( "eco-design" OR "design" OR "ecological design" ) AND ( "bioclimatic architecture" OR "passive design" OR "bioclimatic building" ) ). Los criterios de selección incluyeron investigaciones que proporcionaran datos cuantitativos sobre ahorro de energía, reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), mejoras en el confort térmico y la eficacia de los sistemas de gestión de agua y residuos. Estudios como los de Zinzi y Agnoli (2012) sobre cubiertas y fachadas verdes, y Ajayi et al. (2015) sobre gestión de residuos mediante construcción modular, fueron particularmente valiosos por sus datos concretos y su relevancia para los sistemas urbanos sostenibles.

El análisis se dividió en áreas temáticas, centrándose en la eficiencia energética, la reducción de las emisiones de carbono y la gestión de los recursos. Por ejemplo, se evaluó el uso de estrategias pasivas de refrigeración y calefacción en edificios bioclimáticos, la infraestructura verde para la gestión de las aguas pluviales y los sistemas de conversión de residuos en energía para determinar su impacto en la resiliencia urbana. Se extrajeron métricas cuantificables, como las reducciones en la demanda máxima de energía, las emisiones de GEI y la escorrentía de aguas pluviales, para proporcionar un marco sólido para evaluar la eficacia de los enfoques integrados de ecodiseño e ingeniería ambiental en contextos urbanos.

 

4.       RESULTADOS

 


La revisión sistemática de la literatura destacó varios beneficios cuantificables de la integración del ecodiseño, la arquitectura bioclimática y la ingeniería ambiental en el contexto del desarrollo urbano sostenible. Uno de los hallazgos más significativos se relaciona con el impacto de estos enfoques en la eficiencia de los recursos, el ahorro de energía y la resiliencia urbana. Ajayi et al. (2015) demostraron que la adopción de estrategias de ecodiseño, en particular materiales modulares y prefabricados, puede reducir los desechos de la construcción hasta en un 35%. Esto no solo contribuye a una economía más circular, sino que también reduce la carga ambiental de la expansión urbana.

Se ha demostrado que la arquitectura bioclimática mejora significativamente el confort térmico y la eficiencia energética. Almusaed (2011) y Givoni (1998) destacaron la importancia del diseño solar pasivo y la ventilación natural, que pueden reducir las temperaturas interiores en 5 °C durante los meses pico de verano. Esto conduce a una reducción correspondiente en la necesidad de sistemas de refrigeración mecánicos, lo que se traduce en un ahorro de energía de hasta un 40%, como destacan Yang y Zhang (2016). Además, los techos y fachadas verdes, como estudiaron Zinzi y Agnoli (2012), pueden mitigar el efecto de isla de calor urbana (UHI), reduciendo las temperaturas urbanas en 2 °C y mejorando el confort térmico general de los habitantes de las ciudades.

En cuanto a la gestión del agua, Butler y Davies (2011) informaron que los sistemas de drenaje urbano sostenible (SUDS, por sus siglas en inglés) pueden reducir la escorrentía máxima de aguas pluviales hasta en un 40%, disminuyendo así el riesgo de inundaciones urbanas durante fenómenos meteorológicos extremos. Estos sistemas, cuando se integran con el ecodiseño y la infraestructura verde, mejoran la resiliencia de las ciudades a los impactos del cambio climático.

Foster, Lowe y Winkelman (2011) también observaron que la infraestructura verde, como las superficies permeables y los espacios verdes urbanos, puede absorber hasta el 60% de las aguas pluviales, reduciendo aún más la carga sobre los sistemas de drenaje tradicionales y mejorando la resiliencia urbana a las inundaciones; por tal motivo la integración de la ingeniería ambiental en la gestión de residuos y energía ofrece beneficios adicionales. Duffie y Beckman (2013) informaron que los sistemas de conversión de residuos en energía tienen el potencial de reducir la dependencia de los vertederos y las emisiones de gases de efecto invernadero al convertir los residuos en una fuente de energía renovable. Esto complementa el modelo de economía circular y respalda los objetivos de sostenibilidad de las ciudades al reducir su huella de carbono.

 

5.       DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES  

La integración del ecodiseño, la arquitectura bioclimática y la ingeniería ambiental presenta numerosos beneficios para el desarrollo urbano sostenible, en particular en el contexto de la resiliencia urbana. Los datos cuantitativos de la revisión bibliográfica indican importantes ahorros de energía, reducciones en las emisiones de gases de efecto invernadero, mejoras en la gestión del agua y un mayor confort térmico, todo lo cual contribuye a la sostenibilidad general de las ciudades. 

Sin embargo, aún quedan varios desafíos para implementar estos enfoques integrados. Los altos costos iniciales de las tecnologías sostenibles y la falta de colaboración interdisciplinaria entre arquitectos, ingenieros y planificadores urbanos son barreras importantes (Foster, Lowe y Winkelman, 2011). Si bien el ecodiseño y la arquitectura bioclimática han ganado terreno en los últimos años, la adopción de soluciones de ingeniería ambiental como los SUDS y los sistemas de energía renovable ha sido más lenta, en particular en los países en desarrollo donde las limitaciones financieras limitan su implementación (Wijesooriya y Brambilla, 2021). Además, el éxito de estas estrategias integradas depende del desarrollo de políticas de apoyo y marcos regulatorios que fomenten la adopción de prácticas de diseño e ingeniería sostenibles (Smith, 2012).Las futuras investigaciones deberían centrarse en el desarrollo de soluciones rentables para integrar el ecodiseño, la arquitectura bioclimática y la ingeniería ambiental en el desarrollo urbano. Además, se necesitan más estudios de casos para evaluar los beneficios y los desafíos a largo plazo de estos enfoques, en particular en diversos contextos climáticos y socioeconómicos. Los responsables de las políticas también deberían considerar la posibilidad de crear incentivos para que los desarrolladores y los planificadores urbanos adopten tecnologías sostenibles y principios de diseño que mejoren la resiliencia urbana.

Es así como, en conclusión, se puede argumentar que el desarrollo urbano sostenible es fundamental para abordar los desafíos ambientales, sociales y económicos que plantean la rápida urbanización y el cambio climático. La integración del ecodiseño, la arquitectura bioclimática y la ingeniería ambiental ofrece un marco integral para crear ciudades resilientes, energéticamente eficientes y conscientes de los recursos. Los principios del ecodiseño priorizan el uso eficiente de los recursos a lo largo del ciclo de vida de los proyectos urbanos, minimizando la generación de residuos y el impacto ambiental. Este enfoque se alinea con los objetivos de la economía circular, promoviendo la sostenibilidad tanto en la construcción como en la gestión urbana.Ahora bien, la arquitectura bioclimática mejora el confort térmico y reduce la demanda energética de los edificios urbanos aprovechando estrategias de diseño pasivo que se adaptan a las condiciones climáticas locales. Al optimizar la orientación solar, la ventilación natural y la incorporación de infraestructura verde, como techos y fachadas verdes, las ciudades pueden reducir el consumo de energía, disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar el efecto de isla de calor urbano. Estas estrategias bioclimáticas no solo mejoran la calidad de vida de los residentes urbanos, sino que también contribuyen a la resiliencia general de las ciudades frente a fenómenos meteorológicos extremos y al aumento de las temperaturas.

Por último, la ingeniería ambiental complementa aún más estos esfuerzos al ofrecer soluciones avanzadas para la gestión del agua, la reducción de residuos y la eficiencia energética. La integración de sistemas de drenaje sostenibles, tecnologías de conversión de residuos en energía y fuentes de energía renovables permite a las ciudades reducir su huella ecológica y gestionar los recursos de manera más eficaz. Juntas, estas disciplinas fomentan entornos urbanos adaptables al cambio climático, eficientes en el uso de los recursos y capaces de sustentar a las generaciones futuras. El desarrollo urbano sostenible no es simplemente una necesidad ambiental, sino un enfoque estratégico para garantizar la viabilidad y la habitabilidad a largo plazo de las ciudades de todo el mundo.

6.       REFERENCIAS

 


Ajayi, S. O., Oyedele, L. O., Bilal, M., Akinade, O. O., Alaka, H. A., & Owolabi, H. A. (2015). Waste efficiency in construction: A systematic review of influencing factors. Waste Management, 39, 87-97. https://doi.org/10.1016/j.wasman.2015.02.025

Almusaed, A. (2011). Biophilic and Bioclimatic Architecture: Analytical Therapy for the Next Generation of Passive Sustainable Architecture. Springer.

Butler, D., & Davies, J. W. (2011). Urban Drainage (3rd ed.). CRC Press.

Chelleri, L., Waters, J. J., Olazabal, M., & Minucci, G. (2015). Resilience trade-offs: Addressing multiple scales and temporal aspects of urban resilience. Environment and Urbanization, 27(1), 181-198. https://doi.org/10.1177/0956247814550780

Duffie, J. A., & Beckman, W. A. (2013). Solar Engineering of Thermal Processes (4th ed.). John Wiley & Sons.

Foster, J., Lowe, A., & Winkelman, S. (2011). The value of green infrastructure for urban climate adaptation. The Center for Clean Air Policy.

Givoni, B. (1998). Climate Considerations in Building and Urban Design. Van Nostrand Reinhold.

Kibert, C. J. (2016). Sustainable Construction: Green Building Design and Delivery (4th ed.). John Wiley & Sons.

McDonough, W., & Braungart, M. (2002). Cradle to Cradle: Remaking the Way We Make Things. North Point Press.

Olgyay, V. (1963). Design with Climate: Bioclimatic Approach to Architectural Regionalism. Princeton University Press.

Smith, A. (2012). Interdisciplinary Urban Design: From Urban Systems to Eco-Urban Systems. Routledge.

Wijesooriya, N., & Brambilla, A. (2021). Bridging biophilic design and environmentally sustainable design: A critical review. Journal of Cleaner Production, 283, 124591. https://doi.org/10.1016/j.jclepro.2020.124591

Yang, X., & Zhang, G. (2016). Green building materials and passive solar design: Impacts on energy efficiency. Energy and Buildings, 111, 138-149.

Zevenbergen, C., Veerbeek, W., & Gersonius, B. (2008). Challenges in urban flood management: Traveling across spatial and temporal scales. Water Science and Technology, 60(1), 51-61.

Zinzi, M., & Agnoli, S. (2012). Cool materials and cool roofs: Influence on the urban microclimate. Energy and Buildings, 55, 66-76. https://doi.org/10.1016/j.enbuild.2012.01.043



[1] Doctor En Administración, (Universidad De Simon Bolivar), Colombia; Universidad De Pamplona, Docente Investigador (Colombia), Contacto: mauricio.sotelo@unipamplona.edu.co

 

[2] Maestria en Arquitectura Bioclimatica, (Isthmus), Panama; Universidad De Pamplona, Docente Investigador (Colombia), Contacto: silvia.monsalve@unipanmplona.edu..co  

 

[3] Doctor en Ingeniería Ambiental, (Universidad Del País Vasco), España; Universidad De Pamplona, Docente Investigador (Colombia), Contacto:  JAROL.RAMON@UNIPAMPLONA.EDU.CO